Mediante el contrato de compraventa la parte vendedora transmite la propiedad un
inmueble de un bien a la parte compradora a cambio de un precio. Podrían venderse
viviendas, plazas de garaje, locales, fincas rústicas, etc.
Cuando la compraventa se realiza en escritura pública tiene la ventaja de un título
seguro que cuenta con el asesoramiento notarial, y, además, tiene acceso al Registro
de la Propiedad.
El notario, cuando autoriza una compraventa realiza un control previo
de la capacidad y legitimación del transmitente, del estado de cargas de la finca
mediante la consulta al Registro de la Propiedad, al Ayuntamiento, y comprueba el
estado de deudas de la comunidad propietarios. Además, asesora en los diferentes
aspectos relacionados con la compraventa: aplazamientos de precios, el carácter
ganancial o privativo del bien, la fiscalidad accesoria al contrato.